Hace falta establecer un
adecuado sistema científico-tecnológico, con centralización de conducción y
descentralización de ejecución.
Una primera tarea del sistema
consiste en asegurar confianza perdurable a los científicos y técnicos. Esta
confianza requiere la consideración, entre otros, de los siguientes aspectos:
respeto a la tarea del hombre de ciencia y del técnico; adecuada estabilidad; reconocimiento
social de su función; nivel de remuneración que retribuya dignamente su
consagración y su esfuerzo y, sobre todo, que cree las condiciones que permitan
su consagración plena a la disciplina que cultiva; medios de promoción según
valores auténticos. Por último, será necesario realizar un equipamiento total
para que los largos esfuerzos puedan realizarse sostenidamente y hasta el
completo logro de los fines propuestos.
No me cabe duda de que hace
falta también una clara toma de conciencia en el Gobierno y en el Empresariado.
Ambos tiene la responsabilidad moral e histórica de ocupar a todos los
científicos y técnicos del país.
Esto no debe entenderse
simplemente como paliativo contra el éxodo; en rigor, configura una grave
incoherencia social impulsar a nuestros hombres a desarrollar líneas de
especialización, sin darles después la posibilidad de aplicar sus aptitudes en
forma socialmente útil.
El avance
científico-tecnológico requiere una tarea planificada e interdisciplinaria,
como así también, la asignación de recursos suficientes que posibiliten
alcanzar óptimos niveles de desarrollo.
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