domingo, 11 de marzo de 2012

Elección de Objetivos


La sociedad científico-tecnológica que propongo a partir de la evaluación conceptual expuesta, debe elegir ciertos objetivos esenciales en su acción permanente. Para establecer dichos objetivos hay que tener en cuenta que todos los ámbitos de la actividad económica requieren de lo científico-tecnológico una determinada conducta en lo que hace a logros y procedimientos. Esto define algunos caracteres de la fisonomía que debe tener el campo de la ciencia y la tecnología. Otros derivan de sus propios requerimientos.
En esencia, se trata de que el campo científico-tecnológico tenga un nivel de conocimiento suficiente como para ser razonablemente autónomo.
Ningún país puede aspirar hoy a una total autarquía, y el nuestro no puede cubrir con igual eficiencia todas las necesidades científico-tecnológicas. Pero será vital que las decisiones sobre el desarrollo de nuevos conocimientos que se incorporen a nuevas inversiones queden en manos nacionales o sean gobernables por el país.
Debe haber, en consecuencia, un poder nacional de decisión para conducir lo científico-tecnológico que nos interese.
Se trata, además, de no hacer de la acumulación de conocimientos científico-tecnológicos el objetivo del cambio. Por el contrario, se trata de identificar al conocimiento científico-tecnológico que es indispensable para el modelo de sociedad propuesto.
Considero que el campo científico-tecnológico debe aporta conocimientos para: desarrollar una capacidad adecuada que permita disponer suficiente poder nacional de decisión, pues cada sector de conocimiento contribuye a fortalecer este poder; tener disponible en el momento preciso la tecnología adecuada para lograr los mejores resultados en cada una de las actividades económicas, exportar tecnología con el máximo grado de complejidad posible; sustituir progresivamente la importación de tecnología y realizándola a niveles adecuadamente económicos; establecer los sectores de conocimientos necesarios para que sean asumidos por la sociedad, a fin de estar en condiciones de adoptar las pautas que se ajusten a su propia fisonomía; y alcanzar una conducta lo suficientemente prudente como para que nuestro país no sufra los mismos males del desarrollo tecnológico cuyas consecuencias estamos viendo en los países superdesarrollados.
   
INCENTIVACION DE LA CREATIVIDAD
   
La sociedad que visualiza el presente Modelo debe asignar a este campo la misma importancia que se asigna a los ámbitos ya considerados.
Se requiere la máxima incentivación del esfuerzo creativo, desarrollando también criterios de adaptación de tecnología externa en la medida en que sea conveniente, pero sin ubicar a nuestra sociedad dentro de un simple modelo adaptativo.
Este modelo científico-tecnológico creativo debe elaborar programas y proyectos, integrados desde la concepción científica hasta la aplicación final; a partir de allí será necesario establecer adecuados controles de evaluación de tales proyectos y desarrollos, como así también de la eficiencia del sistema científico-tecnológico en su totalidad. 

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